LAS CONSECUENCIAS DE LA NUEVA LEY DE TASAS.
Un trabajador despedido de su empresa que considere que la extinción del contrato ha sido improcedente, tendría que desembolsar 1.250 euros si debe llegar al Supremo, a sumar a lo que le cobre el abogado y el procurador.
Un trabajador que vea desestimada su demanda en el juzgado de lo social tendrá que pagar 500 euros por recurrir. Reclamar por una multa de tráfico, puede costar más que el importe de la misma multa.
En materia de consumidores y usuarios, un simple juicio verbal costará 150 euros más, con lo que en muchas ocasiones, no valdrá la pena reclamar y se verán beneficiadas las grandes empresas.
La Ley que extiende el pago de tasas judiciales a las personas físicas, es decir, a todos los ciudadanos, que también somos trabajadores, queda así:
En el orden civil
Juicio verbal y cambiario: 150¤
Juicio ordinario: 300¤, Monitorio: 100¤, Apelación: 800¤.
En el orden contencioso-administrativo
Procedimiento abreviado: 200¤
Procedimiento ordinario: 350¤
Apelación: 800¤.
En el orden social
Recurso de suplicación: 500¤
Recurso de casación: 750¤.
Además, se tendrá que pagar un gravamen entre el 0.25% y el 0.50% respecto de la cantidad reclamada.
Esto supone el fin de la justicia gratuita para todos.
Los sindicatos para poder actuar en defensa de los trabajadores de forma colectiva, conflictos colectivos o reclamación de derechos o simplemente al presentar una denuncia por reclamar cambios en los horarios laborales, y cualquier otro proceso en defensa de los derechos colectivos de los trabajadores, tendrán que pagar 500 euros para empezar y si hay que ir a instancias superiores pues a pagar más cada vez.
Con esto se pretende que la defensa, que reconoce la Constitución, de los derechos colectivos se ejerza cada vez con más trabas. A las burocráticas hay que sumarles las económicas.
Y con ello se obligará a presentar demandas individuales por cientos o miles, ya que son las únicas que en primera instancias están exentas del pago de tasas judiciales. Pero si quieres recurrir a pagar también.
Las subidas más destacadas que introduce la nueva ley se producen en los casos de apelación del ámbito Civil y Contencioso-Administrativo, que se incrementan en 500 euros, y en la casación de esos mismos órdenes, que pasan de 600 a 1.200 euros.
YA TENEMOS LA JUSTICIA PARA QUIEN LA PUEDA PAGAR.
LA JUSTICIA PARA LOS RICOS.