porque voy a la huelga

[fjramos]

Llevo varios días dándole vueltas al asunto y, sinceramente, me cuesta definirme, sobre todo, por las rémoras del pasado, el hastío, la inoperancia de las últimas huelgas, las transgresión del pacto moral por parte de los sindicatos de clase y la panda de vividores que moran por nuestros centros de trabajo y que se aprovechan del esfuerzo y sacrificio de unos cuantos.
Pero he decidido que por muchas excusas que pueda tener y con fundamento, tengo muchas más razones para hacer huelga el día 14-N.


No voy a hacer esta huelga por mi situación laboral, no, tampoco la voy a hacer por los recortes en las AA.PP (aunque sean motivos de entidad), voy a hacer un ejercicio de empatía “general”, hacia los más desfavorecidos, los más castigados por la crisis y contra las anti medidas que se están tomando para solucionarla.


Las políticas de ajuste practicadas por los gobiernos de ZP y Rajoy, con una sumisión absoluta a los dictados de la Merkel y sus secuaces, están hoy sumergiendo al país hacia un lugar del que no podrán salir nuestros hijos mañana.
Estas políticas que se están imponiendo, con sangre en algunos casos, en la franja sur de Europa son antisociales, chocan frontalmente con los valores democráticos y vulneran nuestro Derecho interno cercenanando la soberanía de nuestros Estados en favor de unos cuantos desalmados y especuladores que ahora se llaman “Mercados”… ¡qué coño mercados, los que yo conozco son el del Altozano, el de Entradores, o el de las Palmeritas y si me apuran, el mercadillo del Charco la Pava! ¿Pero Mercados? Y una mierda, estos son el Bundesbank, la Alemania más reaccionaria, el entramado bancario, los especuladores, los políticos y la madre que los parió a todos.


Creo que todo esto es un fraude y que este fraude deslegitima a estos gobernantes a los que sólo les mantiene su soberbia y el incesante ánimo de lucro.


Las reformas laborales y de la negociación colectiva impuestas desde el año 2010 son un fracaso estrepitoso y el caldo de cultivo, no ya del desempleo, sino de la ruina.
Se ha aprovechado para recortar la Sanidad, Educación, Dependencia y qué decir de las AA.PP.
Se asfixia el I+D+I a cambio de favores a la putrefacta banca española.
Como esto era poco, se suben los impuestos a la población (IVA, IRPF, combustibles, luz…), se bajan las cotizaciones sociales de los trabajadores, se minimizan las condiciones de contratación laboral, y se baja el subsidio de desempleo.


Ahora, llevamos varias semanas temiendo por un rescate, que de repente es un no rescate o rescate virtual y que, sin lugar a dudas, terminará siendo un rescate-suicidio en toda regla pero no de la banca española sino de la alemana, tomaremos prestado para seguir asegurando el pago de la deuda, de bancos a bancos pero pagando la ciudadanía los platos rotos.
Esto recuerda más a la Revolución Industrial de cuna inglesa que a una estrategia para salir de la crisis.
Y qué decir de los recortes en Educación, claro, recortes a los que menos tenemos porque ellos seguirán llevando a sus hijos a colegios internacionales privados y encima la culpa la tienen los nuestros, que son unos fracasados y hay que expulsarlos del sistema, un sistema ultraconservador de élites, para unos cuantos y discriminatorio e insolidario que lo que propugna es una analfabetismo interesado que no pueda crear opinión, esto no exculpa a los mezquinos gobiernos anteriores que son tan culpables o más de esta indignidad y de los indicadores desastrosos en la Educación española.


Los PGE de 2013 son un ideario político de todo lo anterior, ignorando el fracaso absoluto de estos años que evidencia más que nunca que el interés del gobierno es rendir pleitesía a los autócratas que gobiernan Europa denostando a sus poblaciones.


Por todo esto voy a ir a una Huelga General más.


Por mi madre y todas la madres que son pensionistas, por mis hijos y todos los hijos de este sistema capitalista repugnante propio de los nepotismos ominosos feudales, por mi hermana y todas las hermanas que han sido despedidas sin causa justa y robándoles sus derechos, por mis amigos y todos los amigos que de la noche a la mañana han sido expulsados de un sistema que creían suyo y al que nunca pertenecieron, porque mañana me puede tocar a mí, a mi mujer, a ti, a todos los que no mamamos de este negocio espurio.
Porque yo lo único que he hecho es trabajar y no me he endeudado para vivir por encima de mis posibilidades y tengo que aguantar que quienes sí lo hicieron me lean encima la cartilla, porque he perdido la fe y quiero recuperarla, porque estoy hasta los cojones de que me den lecciones de moralidad quienes no la mamaron.


Porque no me merezco este gobierno ni el anterior ni toda una casta de privilegiados que no vienen a ofrecerme nada que no conozca.


Y finalmente, para tomar la decisión de ir a la huelga, he tenido que salvar un escollo importante, a los Sindicatos. Sí, tenemos unos sindicatos ventajistas que se han caracterizado por la inacción, el pasteleo, la connivencia con el poder y tienen tanta o más culpa que los políticos de todo lo que está pasando. Unos sindicatos subvencionados, profesionalizados, burocratizados, sin debate interno y con unas estructuras ancestrales confeccionadas para controlar a las bases y perpetuarse en el poder.
Pero aún así, sigo pensando que el sindicato no es patrimonio de nadie más que de los trabajadores y por eso salgo a la calle, por eso y todo lo anterior voy a secundar la huelga del 14-N, por un intento de regeneración de la política y de los actores sociales, porque aunque no se lo merezcan yo sí voy a reconocerles su poder de convocatoria, ese que sólo ellos pueden titulizar por muy tarde que sea y porque a pesar de sus dirigentes, el sindicato forma parte de la sociedad civil y eso es más grande que todos los intereses que puedan mover a sus deshonrosos dirigentes.


Esta vez no podrán conmigo ni harán que me sienta estafado y más pobre aún por hacer una huelga, porque esta vez la hago por todos antes que por mí, porque creo que si no salimos ahora a defender nuestros derechos estaremos legitimados para muy poco más y sobre todo, porque cuando mis hijos crezcan y me pregunten ¿papá y tú que hiciste? podré contestarles que al menos lo intenté con todas mis fuerzas defendiendo todo lo que quiero y en lo que creo.


Y a los que se les ocurra la recurrencia de echarme en cara que mi conducta no es patriótica y solidaria en estos momentos les diré bien alto y claro que España no es de ellos y ¡QUE SE VAYAN AL CARAJO!